lunes, 16 de julio de 2007

Trabajo nuevo




Bueno, por fin, después de meses de pseudo inactividad el jueves me reincorporé a la vida laboral, dejé de ser un “parásito” de la suciedad – parásito que ha pagado 50 veces más de lo que ha recibido, todo sea dicho -.

Mi nuevo hogar es un flamante hotel de la costa, donde ocuparé – en teoría – el puesto de Jefe de Administración – y de ayudante, auxiliar, chico del café... – el cual se ubica en su situación física en... digamos, el culo del hotel, tras largos pasillos, estrechos túneles y húmedas mazmorras, llegamos a un pequeño habitáculo compuesto de cuatro paredes, dos ventanas, dos mesas de despacho y un mueble de archivadores... por decirlo más claro, para que resultara más cutre tendrían que haberme trasladado al cubo de basura –shhh, calla y no les des ideas -.

Pero en fin, eso son detalles sin importancia, lo realmente importante es que he comenzado a trabajar, que ya era hora. Bueno, realmente empezaré mañana, ya que entre una cosa y otra aún no he pegado chapa. Y hoy, encima, era fiesta.

Pero no ha sido culpa mía, estoy deseando empezar, y más en un trabajo nuevo, un nuevo sector, después de tantos años en lo mismo. No tener el estrés de los barcos, que si se van, que si viene, que si se hunden... Saber que hoy el hotel está en su sitio, y mañana también, y el otro... no ser el culo de la cadena – que es siempre el provisionista – tener que aguantar las capulladas de un Director gilipollas, un jefe de mercantes que no sabe donde está Málaga, ni Almería, ni Motril... (y eso que le enviamos un mapa) un jefe de guerra que es un cara y un vividor sinvergüenza que medra a costa del trabajo de los demás, y encima los putea después. Ay... que alivio, no trabajar ya para una empresa tan profundamente miserable, tan increíblemente mezquina.




Atrás quedaron los días y días de jornadas de 14 horas, los sábados, las fiestas, y encima para nada, por que si al menos lo hubieran pagado, pos vale, pero los cabrones ni eso. Y no es que ya no vaya a echar más horas extras, por así decirlo, pero seguro que no podrá ser lo mismo, ni de lejos. Pues no creo que nada pueda compararse a currar en un sector como el de provisionista de barcos, y mucho menos para una m empresa tan desleal y mezquina, sobre todo mezquina.


Ahora lo mío son los hoteles, bienvenido sea un nuevo comienzo!


Sabéis por que los curas van tan contentos al trabajo?



Por que tienen al jefe crucificado.




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