Pero que muy mal
El equipo de gobierno de la bella ciudad de Cadiz no ha tenido otra que, yendo contra la razón, la Ley y el sentido común prohibir la practica del naturismo en sus playas.
Esta medida no solamente es completamente ilegal, y sobrepasa y con mucho las atribuciones de este o cualquier ayuntamiento, si no que da una imagen penosa, aunque me temo que certera en este caso, del ayuntamiento de Cadiz, y por ende, de toda su gente.
Una pena sin duda que esta maravillosa ciudad tenga que estar en boca de todos por una medida totalmente fascistoide y absurda, que atenta contra la libertad del individuo y la moral pública.
A ver si nos enteramos, La Ley de escándalo Público ya no existe, y la constitución garantiza el derecho de todo ciudadano a vestir, o desvestir como le de la gana y donde le de la gana, y eso incluye evidentemente no solo todas las playas del litoral español, si no sus calles y cualquier espacio publico.
Una cosa es que los naturistas, personas en general de buen talante y poco dadas a montar jaleo admitan ir a playas “especiales” o alejadas de la civilización, mejor para ellos, ya que no tienen que sufrir miradas inoportunas ni comentarios de gilipollas descerebrados, y otra cosa muy distinta es que se les prohíba ejercer su derecho a estar desnudos donde les de la real gana mediante amenazas y leyes ilegales.
Lo cual me trae a la memoria un post que escribí hace algún tiempo y que se me perdió donde comentaba la estupidez de algunos comerciantes de las Ramblas, los cuales pedían al ayuntamiento que prohibiera a los viandantes el ir sin camiseta o en bañadores.
Una muestra más de ignorancia y animo totalitario, el querer obligar a terceras personas a ir vestidas en la calle de un modo determinado por que a ellos les molesta. Y más cuando son esas personas, turistas y demás gente ociosa las que dan de comer a los comerciantes de las Ramblas catalanas.
Afortunadamente en este caso el ayuntamiento hizo caso omiso de tan peregrina idea.
Para estar mejor informados,
Lugaresnaturistas
