Lo se, lo se... llego tarde, pero que queréis, llevo unos días bastante liadillo.
Pues cómo ya habréis adivinado por el titulo de la entrada, y si no os lo digo yo que para eso estoy, ha muerto el Gran, el Único, el inimitable David Carradine.
Un actor de raza, hijo y hermano de actores - era el hijo mayor de John Carradine -
Archifamoso por la serie que le "robó" al mismísimo Bruce Lee, Kung Fu, David Carradine vivió a la sombra de su personaje durante casi toda su vida, y eso a pesar de haber participado en mas de 130 películas, las más conocida, sin duda alguna Kill Bill, donde protagoniza a... si, Bill, el mafioso-asesino-samurai-filosofo.
Un tipo tan encantador y adorable como p*t* asesino al que quieres arrancarle los ojos y metérselos por la nariz hasta que le salgan por el c*l*.
Aunque recientemente seguro que lo recordáis por su personaje en el Gran Stan, parodiandose a si mismo de forma salvaje
Resulta que nuestro querido amigo estaba en el rodaje de una película cuando fue encontrado muerto dentro de su armario - chistes malos, no, por favor - con una cuerda al cuello el 3 de Junio en Bangkok.
Suicidio? asesinato? un ritual sexual que se fue de las manos?
Quien sabe... y si no lo sabemos, no sus preocupeis que nuestro amigo Iker seguro que se inventa algo.
Sea como sea David fue de los grandes, una leyenda viva - bueno, ya no -su mítico monje Shaolin nos llevó a un lejano Oeste a través de unos ojos totalmente nuevos, nos introdujo en una cultura desconocida y nos hizo soñar con ser Maestros del Kung Fu.
R.I.P. y gracias.