Abusos en la infancia

Sabes de eso que vas saltando de blog en blog y tiro por que me toca? Pues en una de esas y a través de un comentarios en keagustitomehequedao he conocido el blog de Luna, abusos en la infancia. 

Es estremecedor, no ya solamente por los abusos que un niño puede sufrir por aquellos que supuestamente deben de protegerlo, lo cual es una de las mayores, si no la mayor, bajeza que un ser humano pueda perpetrar, no. La hijaputez de esos malnacidos cabrones está mas allá de toda duda o discusión, nada que alegar salvo que  la pena de muerte es demasiado buena para ellos. No, lo auténticamente estremecedor del caso es la actitud que llega a tomar la familia, los amigos, los vecinos... la víctima, además de ser una víctima debe de avergonzarse de ello. En esta puta sociedad de bienpensantes y malnacidos la víctima de un abuso sexual es, además victima de un abuso social si cabe incluso peor. El rechazo y la vergüenza, un estigma con la que es marcada de por vida sin razón alguna salvo que el ser humano es capaz de las mayores grandezas, y de las vilezas mas inconmensurables.

Mierda, nunca hablo de cosas como esta... ni siquiera soporto oír, ni mucho menos pronunciar la palabra que comienza con v.... una amiga pasó por eso y quedó tocada para el resto de su vida, y yo siento una rabia inmensa en mi interior hacia todos esos hijos de puta... que parafraseando a Watchmen... "me gustaría poner toda la escoria del planeta en una una garganta.... y tener mis manos a su alrededor". 

Mierda, sin embargo creo que Luna se merece que yo desentierre mis sentimientos y me trague la rabia, porque Luna tiene un par de cojones (u ovarios) bien puestos y se merece ser oída.

Por todos.

Somos la leche

Todos, tu, yo y el de enfrente. Lo tenemos todo... mas o menos, pero nunca es suficiente y queremos mas, siempre queremos mas. Y eso no es del todo malo, ojo. Buscar la perfección es lo mas cerca de nunca estaremos de ella. Pues tal ves nunca alcance la Luna, pero sin duda estaré más próximo a ella subido a la rama mas alta del árbol mas alto, brazo extendido, los dedos en punta... mas próximo estaré, decía, que aquel que se conforma con mirarla desde el suelo, meneando la cabeza y diciendo "nunca podré alcanzarla".