En serio, mas repelente y no nace el muy cabron, seguro que lo habeis visto. Me refiero al anuncio ese de Danone en el que un crio perfectamente jostiable le habla a su futuro hermanito - aun en la barriga de la madre - Y Ramon, sal ya...me cago en su p*t* madre. Bueno, no en la del niño, que imagino que no tendra culpa alguna, o al menos desde luego no tanta como los directivos y publicistas de Danone.
Por diso santo, dejando aparte lo repelente del niño, lo repelente de su dialogo, es una puta verguenza que los directivos de Danone crean que basta con un anuncio ñoño, repelente y con niño para apelar a los sentimientos mas tiernos y relacionarlos con su marca.
Que ascazo, por dios.
Claro, como a los mamones se ve que les ha salido mal su ataque frontal contras las marcas blancas, pues ahora van de ladito, en plan, "en el futuro lo mismo tenemos que vestir harapos y trabajar 14 horas al dia para pagar una barra de pan, pero lo danone que no falten".
Me he acordado ya de sus santas madres¿?
En fin... soy el primero en relacionar el danone con mi infancia, el danone, el bollycao, la nocilla, el pan con manteca y chorizo, los parches en los pantalones y las coderas en las camisas.
Los video clubs, lo sabados por la tarde jugando al chinchon, los rombos al empezar una peli con tetas...
El anuncio de Danone pretende traer esos recuerdos a nuestra mente, recuerdos de una epoca mas inocente y feliz... bueno, inocente y feliz para nosotros, claro. Seguro que si le preguntamos a nuestros padres, ellos estaban hasta arriba, trabajo, deudas, que si pagar la luz, que si la comida, que si el colegio... pero claro, de eso nosotros no sabiamos nada, nuestros padres eran entes todopoderosos que sencillamente hacian aparecer la comida y la ropa por arte de magia, conseguian que la luz saliera por las bombillas y que los suelos estuvieran limpios.
En fin, en cualquier caso, el anuncio falla, aparte de por la mierda del crio repelente, por la falsa inocencia que transmite -no el niño, todo en general - la inocencia nunca puede ser algo impostado, o es natural o no lo es. Y en este caso, NO lo es.
A cascarla.