Alakrana

Bienvenidos de vuelta marineros, nos alegramos de veros, sanos y salvos a pesar del infierno que habéis pasado, sabed que todos (bueno, excepto algún imbécil, que siempre los hay) hemos estado con vosotros y vuestras familias, aunque seria una temeridad el afirmar que sabemos lo que habéis pasado, vosotros y vuestros seres querido, solo podemos imaginarlo, e incluso este ejercicio mental nos provoca pesadillas.

Pobres marineros, victimas de unos salvajes que apenas podría llamar hombres más que en su amplio sentido de la palabra, victimas de un gobierno incapaz de velar por el bienestar de sus ciudadanos, victimas de unos seres que parecen actuar con patente de corso ante la indiferencia de los gobiernos democráticos que supuestamente deberían detenerlos.

Sin embargo al parecer es más fácil mirar hacia otro lado, y cuando sucede una desgracia como esta pagar… hasta la siguiente.

Por que, ¿Cuanto tiempo tardarán en secuestrar otro barco? ¿Cuanto tiempo tras comprobar que sus delitos no solo no son castigados si no premiados con un jugoso botín?, poco, sin duda, y entonces a quien culparemos por el nuevo desastre? A los marineros por supuestamente perseguir un banco de peces fuera de la “zona de seguridad”?, A los gobiernos occidentales? Al gobierno Somalí?

Veo que estoy habiendo muchas preguntas sin dar ninguna respuesta, pues la respuesta que me pide el cuerpo es la de la guerra, la guerra contra los piratas que destrozan familias inocentes y que torturan a pobres trabajadores cuya vida ya es bastante dura como para que venga ningún bastardo a hacérsela incluso mas. Pero para comenzar una guerra de verdad hay que estar dispuesto a pagar el precio, claro, un precio que por desgracia no suele ser solamente en oro, si no en sangre, la suya… y la nuestra.

Sin embargo, hasta cuando esconderemos la cabeza bajo el agujero? Hasta cuando permitiremos que unas bandas de delincuentes pongan en jaque el estado de derecho, la libertad y la democracia?

Mas preguntas sin respuestas… aún.