lunes, 21 de febrero de 2011

La verdad sobre el mundo

Me siguen, me espían. No sé por cuanto tiempo se mantendrán estas líneas en "línea" pero he de intentar que la verdad llegue al mayor número de personas posible. 

Lo primero de todo es reconocer que estaba equivocado. No, no se me caen los anillos por hacerlo. Estaba equivocado, toda la vida defendiendo el escepticismo, pidiendo pruebas. Riéndome machaconamente de los "magufos" y mira tu por donde... tenían razón.

Anoche estaba yo en mis cosas (ósea, leyendo a mi amigo Pratchet en la terraza y asesinando a la humanidad con el humo del cigarro) cuando la vi. Era alta, al menos uno veinte. Y su rostro resplandecía bajo la luz de la luna llena. Sus ojos eran dos topacios negros y su pelo largo y moreno le llegaba casi hasta los pies. 

Por un momento me quedé anonadado ante la repentina aparición y mi mirada se dirigió  inquisitiva hacia el cigarrillo - yo juraría que le había pedido rubio - pensé. Y ya estaba a punto de ir corriendo al estanco a comprar un par mas de cartones de lo que fuese que me habían vendido cuando oí una voz que parecía llegar directamente a mi cerebro.

- No estas alucinando - me dijo con una suave voz de terciopelo - soy real y he venido a contarte la Verdad. Aún no se como se las apañó para hacer sonar la mayúscula, pero la creí. Una voz como esa no podía mentir. Todo el ser irradiaba sabiduría, sabiduría y Paz (esa mayúscula es mía).

Illlianya, cómo dijo llamarse en mi idioma procedió a contarme entonces una serie de revelaciones que cambiarían la faz de la Tierra. ¿Que porque yo? Según me dijo necesitaba una mente fuerte y escéptica para que la creyesen, y no a uno de esos payasos iluminados que salen en los canales del Tarot. 

- Escucha con atención porque sólo lo diré una vez.

Vuestro mundo está gobernado por el Santuario. Son un grupo de alienígenas de mi propia raza que fueron exiliados hace milenios ha vuestro mundo por crímenes de guerra. No me mires con esa cara, en aquella época la Tierra estaba deshabitada y era un planeta ideal para servirles de cárcel. Sin embargo los subestimamos, ya que usando sus conocimientos superiores comenzaron a realizar experimentos con el ADN de una raza inferior de primates. Su propósito era que evolucionaran en seres medianamente inteligentes de forma que les sirvieran de esclavos. Debes entender que mi gente, aunque increíblemente longeva y avanzada es escasa en número y en fuerza bruta. Eso si, tenemos mas paciencia que el coreógrafo de la Esteban.

Pasaron años, pero finalmente lograron evolucionar a los monos hacia un ser ligeramente mas inteligente pero mucho más hábil con las manos. Tu, bueno, tu raza. El homo sapiens. Sin embargo era primordial para los planes del Santuario el mantenerse al margen de esta evolución forzada, por lo que crearon un falso pasado de la Tierra, enterraron fósiles de animales gigantes que nunca existieron, cambiaron el curso de los ríos... en fin. Todo preparado para hacer creer a los primeros humanos que provenían de una evolución natural de la Tierra. Mientras tanto ellos se mantenían en las sombras, en ocasiones simulando ser dioses, en otras oráculos o presentadores de televisión... Pero siempre dirigiendo el destino de la humanidad hacia su inexorable meta.

- ¿Meta, que meta? - no pude por mas que preguntar yo en ese punto.

Fácil, lograr que evolucionarais lo suficiente en número y tecnología como para proporcionarles el ejercito necesario para volver a su mundo natal, mi mundo. Y vengarse. Cuando llegue el momento, tal vez en cien años, ellos se alzarán sobre los hombres y os dirigirán hacia una guerra que no podréis ganar.... Y nosotros tampoco. 

- ¿Y por que ahora?, ¿Por que no actuasteis antes? - pregunté yo -.

- Ah... es que en eso radica el genial plan de Santuario. Al haber crecido con vuestros propios medios, solamente un empujoncillo allí y acá de vez en cuando, al no haber utilizado nuestra tecnología para nada... bueno, era prácticamente imposible que los detectáramos. Lo malo es que ahora es tarde para que actuemos abiertamente. Un ataque de frente contra Santuario destruiría la raza humana...

- ¿Entonces, que hacemos? 

- Actuar en las sombras joven padawan. Difundir la verdad, concienciar a la humanidad del peligro al que os enfrentáis.

- Pero... ejem... ¿cómo puedo difundir la verdad y al mismo tiempo actuar en las sombras?

- Bueno, ¿no esperaras que yo lo piense todo, no? Cúrratelo, no se... escribe un blog o algo así. Que es lo que hace todo el mundo.

- ¿Te volveré a ver?

- Por supuesto, esto es sólo el comienzo.

0 Anda c*ñ*!:

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