lunes, 30 de julio de 2007

UNA LLAMADA... UN RECUERDO...

Es curioso como funciona la mente humada... a veces con tan solo oir un sonido o ver una imagen, puede traer a tí una cantidad de recuerdos y sensaciones, como por arte de magia...

Anoche esta viendo un reportaje de la 2 sobre todo el proceso desde que es concebido a un niño, hasta el momento de su nacimiento. El reportaje estaba hecho con las últimas tecnologías y con un realismo que impresionaba. Veias como iba formandose el niño a cada paso, con una calidad de imagen, como nunca he visto antes, parecia que hubieran metido una cámara en el vientre de la madre. La única pega que le encontré es que a cada rato, cortaban con comentarios de los padres y resultaba algo pesado. En esos momentos sonó el teléfono de mi vecino y serían casi las 1 de la madrugada. Al oír su teléfono a esas horas, inmediatamente, empecé a recordar una llamada que me hicieron a esa hora, ya hace algo más de año y medio... y la recordé como si fuera ayer.

Aquella noche estaba acostada y al sonar el Ringgg del teléfono, salté corriendo de la cama, con un nudo en el pecho. Sabía que había ocurrido algo. Descolgué y oí la voz de mi cuñado diciéndome "Bueno, no te digo nada, mira que hora es y te estoy llamando desde la casa de tus padres"... Enseguida rompí a llorar, efectivamente, no hacía falta que me dijera nada, yo lo sabía sin que me lo dijeran, mi padre había fallecido. Sabía que estaba enfermo, pero era un hombre tan fuerte y todo lo superaba, que mi mente creía que nunca iba a ocurrir. Llamé a mi hermano el marques "pasodetodo" para decírselo, pero se lo acaban de decir a él y me propuso recogerme en media hora, pero me negué, porque le conozco y sabía que iba a tardar más de media hora en hacerlo y yo necesitaba estar allí lo antes posible. Mi amorcito me dijo que llevaba. Estaba la carretera despejada y tardó bastante menos de lo normal hasta la casa de mis padres. Era la madrugada del jueves de una fría noche de Enero. Estaban allí mi madre, mis hermanas y mis cuñados. Mi hermano el marqués "pasodetodo" no llegó hasta 5 ó 6 horas después, de llegar yo. No podía creerlo, lo veía, pero no podía ser. -Como iba a morir mi padre-.

Cuando amaneció fué todo un poco agobiante. La gente que con su mejor intención en algunos casos y por cumplir en otros, desfila por la casa y tu cada vez más cansada y sin ganas de ver ni hablar con nadie, tan solo con tus amigas y amigos, que sabes que están ahí, porque saben que deben de estar, porque a ellos si que los necesitas, porque en esos momentos si que necesitas que te cojan la mano, aunque no te digan nada, que te abracen o que te hagan algún comentario intentando distraer tu atención de lo que está pasando. Mi amorcito se pasó todo el día llamando a ver como estaba y todas las personas que me aprecian y quieren, fueron a verme o me llamaron y me hicieron ver de alguna forma su apoyo y cariño en esos momentos tan difíciles y estoy muy agradecida por ello, a todas y cada de ellas. Me llevé alguna decepción también, pero ya se sabe que “en los momentos difíciles es cuando se conocen a los verdaderos amigos” porque hay muchos que crees que los son pero en realidad solo son conocidos, con los que te vas de copas y que solo están para los ratos buenos.

Mi padre en su última etapa se había vuelto un tanto huraño, pero es que estaba algo deprimido, porque no podía hacer nada. Mis hermanas decían que estaba muy arisco, pero conmigo no lo estaba, porque yo soy diferente a ellas, en cuanto a carácter y eso que soy la que más he discutido con él. Pero también soy la más cariñosa y en cuanto entraba por la puerta de su dormitorio, aunque me protestara me sentaba en la cama y le daba besos y le tiraba de la nariz y él sonreía.

Antes de marcharse me hizo un gran regalo, al cual me aferré para hacer más llevadero el dolor. Yo estuve a verle el sábado (5 días antes de que se nos fuera), para llevarle a él y a mi madre los regalos que le habían dejado los reyes. Le había comprado un chándal y a pesar de su delicada salud, enseguida se lo puso con mi ayuda y la de mi madre, salió a la calle se sentó para lucirlo un rato (siempre había sido muy coqueto y todo lo estrenaba rápido) mientras hablaba con algún vecino. Lo vi mucho mejor que los últimos 2 años, ya que algunas veces cuando iba ni se levantaba de la cama. Luego entró y se sentó con mi amorcito y conmigo. Le había llevado fotos de mi familia política que no la conocía y nuestras. Las estuvo viendo mientras me preguntaba por todas y cada una de ella. No veía ya muy bien, pero yo había sacado las fotos en un tamaño más grande. Mi padre odia fotografiarse y nunca había dejado que le hicieras fotos. Es más, yo no tenía fotos con él, pero ese día me acordé de coger la cámara y le dije que quería hacerme una foto con él y se quejó un poco mientras se reía y poso para las fotos. Salieron algo oscuras y yo he salido fatal, con los ojos casi cerrados de reírme y la cara redonda, pero ahora luzco la foto orgullosa en mi salón. Luego se metió en la cama, estaba cansado. Pero hasta mi amorcito y yo comentamos lo bien que le habíamos visto, muy animado y sonriente. Me despedí de él diciéndole lo guapo que estaba y con unos mimos. Y me fuí muy contenta, porque me había hecho unas fotos con él, mis únicas fotos con mi padre.

Mientras anoche recordaba todo esto, no pude evitar romper de nuevo a llorar, pero lo hice en silencio. No quería que mi amorcito, se enterara, porque tenía que madrugar para ir a trabajar.

Esta mañana mientras escribía he recordado muchas cosas, como que mi padre es el primer hombre que me ha regalado rosas. Cuando era pequeña y bajaba a dar una vuelta o a jugar al dominó con sus amigos y al volver una veces nos traía un helado a mi madre y a mí, otras una rosa a cada una, a mi madre roja (casi sisempre) y a mí blanca. En ocasiones solo traía rosas a mi madre, pero a mí me traía cualquier golosina.


Fisicamente soy la más parecida a él y por supuesto en muchos rasgos del carácter. Sé que él no se ha ido y que él vive através de mí, porque soy parte de él, como también de mi madre.

Aun no he sido capaz de ir de nuevo al cementerio desde el día de su entierro, pero es que me cuesta aun asociarle con ese lugar... Supongo que algún día tendré el valor para ir, pero lo más importante es que no pasa ni un solo día sin que le recuerde... sin que le tenga presente... Y ahora aunque le recuerdo con tristeza por su ausencia, su recuerdo también me da paz.



Nanaif.

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