Yentl

Anoche volví a ver Yentl después de mucho años, recordaba esta película con cariño, recordaba como su argumento me cautivó y sus canciones me pusieron los pelos de punta. Una Gran Obra Maestra.

Anoche no me decepcionó.

Su argumento, el de una chica judía hija de un rabino de un pequeño pueblo del Este de Europa en los primeros años del siglo XX es un canto (nunca mejor dicho) al valor, al amor y al ansia por aprender y, sobre todo, ser libre.

Yentl debe decidir, a la muerte de su anciano padre, entre quedarse en el pueblo y casarse o convertirse en la criada de alguna familia mas pudiente, vamos, que debe decidir entre ser criada o esclava, no parece que existan mas opciones para una mujer, a pesar de ser una mujer inteligente e incluso brillante que conoce el Talmud (enseñado a escondidas por un padre incapaz de negarle nada a su única hija) mejor que cualquiera de los pomposos estudiantes que se pasean discutiendo a voz en grito sobre leyes, filosofía o religión.

Yentl siempre los ha envidiado, no por ellos, si no por la libertad que tienen de ir a donde plazcan, y, sobre todo, de estudiar y aprender. Tras la muerte de su padre está sola, y una mujer sola no es nada, ante ella se extiende un futuro lleno de hijos, ordenes y servidumbre, y, sobre todo un futuro alejado de sus querido libros.

Solo ocho días después de la muerte del rabino, un jovenzuelo imberbe y esmirriado viaja con todas sus posesiones materiales en una maleta, su destino cualquiera donde lo admitan y pueda estudiar.

Streisand hace un papel genial como chico, muy alejado de los tópicos experpenticos (aunque muy divertidos) de peliculas como Ella es el chico y similares. Streisand se viste como un chico y es un chico, no necesita rascarse las pelotas ni escupir al suelo mientras dice obscenidades para representar su papel a la perfección. (aunque es cierto que hay que hacer un ejercicio de imaginación para que cuele)

A no mucho tardar nuestra heroína se encuentra con otro estudiante, un chico tan entusiasmado por aprender como ella misma, y, como no, el amor hace su aparición en el peor de los momentos, estableciéndose entonces el triángulo amoroso mas dulce que nunca haya visto...

El amor de Yentl ama, y está prometido a Hadass, una hermosa chica, dulce y atenta que ama a Avigdor, Avigdor empieza a sentir sentimientos extraños hacia su delicado compañero de estudios, y Yentl, que no puede evitar amar a Avigdor reconoce en Hadass todas las virtudes de una esposa que ella no posee y comienza a amarla, y la ternura y empatia de Yentl hacen mella en Hadass, tan poco acostumbrada a que un hombre hable con ella de igual a igual que comienza a enamorarse de el.





















La película, en definitiva es una maravilla, dirigida y protagonizada por la misma Streissand, y merecedora de un Oscar a la mejor canción (aunque debería haber ganado muchos mas).

Final... no, no voy a contarlo sólo por si alguno de vosostros pobres mortales aún no la habeis visto, cosa que no puedo imaginar, pero por si acaso.

Imperdible.

Como curiosidad, he reconocido en el joven y atractivo Avigdor a Mandin Patinkin, "Tú mataste a mi padre, preparate a morir" y al muy envejecido cazador de psicópatas de Mentes Criminales.